ELIGE A UN ACOMPAÑANTE DE VIDA, Y NO A LA PERSONA QUE ROBA TODAS LAS MIRADAS

Es necesario que te respondas esta pregunta de forma sincera ¿Buscas a una pareja que arrebata miradas, o que te conquista el corazón con cada interacción?

Muchas personas no proyectan sus citas en el largo plazo, y buscan más algo momentáneo que se termina convirtiendo en una relación en la que terminan sin saber muy bien cómo. 

¿Cómo es una cita con una persona que arrebata miradas? Alguien que se ve muy bien en las imágenes, te regala una noche llena de diversión y te hace lucir genial frente a tus amistades. 

Entiendo que esa criba de buscar al chico o chica guapa fuera importante durante el instituto, y también porque no durante los primeros años de la universidad. El problema es cuando entras en la vida adulta y sigues usando los mismos estándares para elegir a tus parejas. ¿De verdad quieres casarte con un/a chico/a de una noche? ¿Preguntándote si se va a comprometer contigo en los malos momentos? ¿O pensando si se comprometerá con vuestro proyecto de vida en conjunto? ¿Crees que te cuidará para que recuperes la salud después de contraer alguna enfermedad importante?

Probablemente esas no sean las preguntas que te haces cuando conoces a alguien por primera vez. Esas preguntas tienen poca relación si te sientes atraído o no hacia alguien. Pero cuando buscas una pareja a largo plazo, quieres a alguien que esté ahí para ti en las buenas y en las malas. Alguien en quien puedas confiar. Un acompañante de vida.

Hay muchas personas con las que puedes compartir una cita, pero muchas menos con las que puedes construir una vida. Cuando empieces a salir con alguien, no te preguntes: ¿Cómo sería una historia de amor con esta persona? Preguntáte mejor: ¿Puedo hacer una vida con esta persona? Esa sutil diferencia, puede hacer una gran diferencia en tu vida.

Ya no tienes dieciocho años. Si realmente estás buscando una relación a largo plazo con una pareja comprometida, debes dejar de buscar una cita para presumir con tus amistades y comenzar a buscar una pareja de por vida.

Existen estudios llevados por mi maestro Jhon Gottman donde hizo un seguimiento de las parejas, para analizar el porqué de sus relaciones, y los dividió en dos campos: los "maestros", que eran las parejas que todavía estaban felizmente casadas; y los "desastres", que eran las parejas que se habían separado o permanecían juntas infelizmente, y estudió las cintas originales de estos dos tipos de parejas para aprender qué patrones separaban a los “maestros” de los “desastres”.

Cuando estudié los hallazgos de Gottman y el trabajo de otros científicos de las relaciones, pude observar claramente qué cualidades contribuyen al éxito de las relaciones a largo plazo. En otras palabras, la investigación nos dice qué hace a un buen compañero de vida. Sin embargo, estos no son los rasgos que mis clientes en las consultas me demuestran que buscan a la hora de seleccionar una pareja. Lo que hacen es buscar a sus potenciales parejas según la conveniencia a corto plazo, o según las características de una persona que “arrebata miradas”. 

Aunque gracias a esto tengo más demanda y trabajo, creo profundamente que cada uno de nosotros merece estar en una buena relación, y para eso tenemos que empezar por aquello que podemos cambiar, que somos nosotros mismos ¿Cómo puedes pretender tener una buena relación si lo que estás buscando es totalmente lo contrario? Es como querer adelgazar y querer comerte todos los días tres hamburguesas.

Lo que piensas que es más importante, es en realidad menos importante de lo que piensas, pues no solo subestimas las cualidades que más importan para las relaciones a largo plazo, sino que sobrevaloramos las irrelevantes. Las personas tienden a fijarse en ciertas características superficiales e ignoran los factores mucho más importantes que se correlacionan con la felicidad de la relación a largo plazo.

Las cualidades superficiales como la apariencia y el dinero importan menos para el éxito de una relación a largo plazo de lo que la gente cree porque la lujuria se desvanece y la gente se adapta a sus circunstancias. Lo mismo ocurre con personalidades similares y pasatiempos similares.

¿Qué importa más de lo que pensamos?

Cuando trabajo con clientes, rara vez los escucho decir que su objetivo número uno es encontrar a alguien que sea emocionalmente estable. O bueno para tomar decisiones difíciles. A veces mencionan amabilidad, pero generalmente después de decirme su altura, su etnia, el tipo de cara que desea... Y, sin embargo, como ya habrás podido suponer, todos estos son ejemplos de cualidades que los científicos de relaciones han descubierto que contribuyen mucho más al éxito de las relaciones a largo plazo que los rasgos superficiales o los intereses compartidos.

No es que la gente no sepa que esto importa; más bien, tienden a subestimar el valor de estos atributos al decidir con quién salir. (Una razón es que estas cualidades pueden ser difíciles de medir. Pueden ser discernibles sólo después de pasar tiempo con alguien. Esto también explica por qué las aplicaciones de citas se enfocan en los rasgos más fáciles de medir, que importan menos de lo que piensas. ) Si deseas encontrar un compañero de vida, busca a alguien con los siguientes rasgos: lealtad, amabilidad, estabilidad emocional y una mentalidad de crecimiento. Quieres una persona con la que puedas crecer, tomar decisiones difíciles y dialogar de manera constructiva. 

Cuando tenías dieciocho años, lo más importante era el físico, y lo demás, casi daba igual, ahora es necesario subir los estándares, y ser consciente que los resultados que tienes en tu vida, son consecuencia de las decisiones que has tomado para ello ¿Estás dispuesta/o a seguir teniendo los mismos resultados?

Como has visto, las cosas que importan menos de lo que pensamos para el éxito de una relación a largo plazo tienden a ser rasgos superficiales que son fáciles de discernir cuando se conoce a alguien por primera vez. Y las cosas que importan más generalmente se revelan sólo cuando estás en una relación o has tenido al menos algunas citas. Es por eso que debes cambiar intencionalmente tu enfoque para concentrarte en lo que realmente importa.

Ahora te pregunto ¿Qué cualidades de la personalidad te gustaría que tuviese tu próxima pareja?